Festivales género negro Novela Negra

¡Vivir Pamplona Negra 2024!

Pamplona Negra celebró su décima edición en olor de multitudes, con la sala principal de Baluarte, el Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra, abarrotada todos y cada uno de los días de duración del festival, del 22 al 27 de enero. A las mesas redondas, presentaciones de libros, charlas, clubs de lectura, cine negro, talleres, rutas teatralizadas, gastronomía negra y encuentro literario-gastronómico, hemos de añadir el concierto “Simpathy for the noir. X años Pamplona Negra” con la actuación estelar de la Writers band formada por Mikel Santiago, Pedro Feijoó, Santiago Álvarez y Galder. ¡Un brillante colofón para una X edición inolvidable!

Susana Rodríguez, comisaria de Pamplona Negra, con Jordi Ledesma.

No todas las actividades de Pamplona Negra tuvieron lugar en la Sala Principal de Baluarte. Los tradicionales Talleres de Novela Negra (con todas sus plazas agotadas) se celebraron en la Sala Gola y, en esta edición, se dividieron en dos partes: la primera, el “Taller de Narrativa en clave negrocriminal”, impartido por el escritor Jordi Ledesma (22-23 enero), y la segunda, “Cómo escribir la escena de un crimen” a cargo de la criminóloga y excelente comunicadora, Paz Velasco de la Fuente (24-25 enero).

Taller de Narrativa en clave negrocriminal, a cargo de Jordi Ledesma.

“La literatura es arte y la diferencia con el resto de artes está en cómo combinamos las palabras”, explicó Jordi Ledesma que expuso diversas formas de cómo escribir una novela negra. La narrativa negra actual es muy diversa, muy alejada de las primeras novelas policíacas publicadas durante el siglo XIX y primeros años del XX, pero, en síntesis, “el género negro es un espejo de nuestra sociedad. Su intención es poder contar una verdad a través de una mentira y el crimen es un pretexto para elaborar un cuadro social”, opinó. Y, ¿cómo escribimos una novela negra? “Lo primero que hemos de plantearnos es qué tipo de novela queremos escribir. Después hay que programar la trama, pensar en la historia de cada uno de los personajes. Estos han de tener un recorrido emocional. No pueden ser estáticos. Y también tendremos que elegir al “narrador” o voz narrativa, que no siempre es el personaje principal de la novela”, apuntó Ledesma. El narrador más fácil de manejar es el que llamamos “la voz omnisciente”. Esta voz nos cuenta la historia en tercera persona, no forma parte del relato y lo sabe todo, “pero nos limita para hacer apreciaciones morales sobre lo que hacen los personajes”, observó Jordi Ledesma. En cuanto a los diálogos, son importantes y “nos sirven para dinamizar la historia y aportar más información al lector”. ¿Novela negra urbana o novela negra rural? Pese a que esta X edición de Pamplona Negra está dedicada a “The Dark City”, Ledesma considera que en el entorno rural se pueden situar historias muy negras. “El suspense es lo que no puede faltar. El lector no ha de perder la intriga”, subrayó. Una última recomendación para escritores noveles y no tan noveles: “es importante dejar descansar las obras y retomarlas al cabo de unos días. Se cambian muchas cosas”.

Paz Velasco de la Fuente y Susana Rodríguez Lezaun.

En el segundo taller, “Cómo escribir la escena de un crimen”, impartido por Paz Velasco, la criminóloga advirtió que la mayoría de asesinos en serie se fraguan en la infancia. “Surgen fantasías desviadas debido a maltrato emocional, físico, psicológico y/o sexual, y el futuro asesino/a pasa poco a poco de víctima a verdugo”. Durante dos jornadas, Velasco nos habló de la diferencia entre “violencia expresiva” (motivada por rabia extrema o ira, que se manifiesta con extrema crueldad, ensañamiento y actuaciones post mortem con la víctima) y “violencia instrumental” (acción fría, calculada y controlada, sin emoción, que busca obtener bienes materiales o inmateriales); del proceso homicida, con sus diferentes fases: 1. Fase áurea (fantasías), 2. Pesca  (búsqueda y selección de la víctima), 3. Seducción, 4. Captura, 5. Asesinato, 6. Fetichismo, y 7) Fase depresiva o de enfriamiento; de la diferencia entre “motivación” y “móvil”, del “modus operandi” y la “firma” del asesino. Y sobre el “piquerismo”, aclaró que se trata de una parafilia que consiste en apuñalar, perforar o cortar para alcanzar satisfacción sexual, en sustitución del órgano sexual masculino.

¿Quiénes son las víctimas preferidas de los asesinos en serie? Según las estadísticas, el 73% son mendigos, prostitutas, homosexuales, mujeres solas, inmigrantes, ancianos y pacientes de hospitales. Y sobre las diferentes escenas del crimen, Paz Velasco aclaró que la víctima forma parte de todas ellas, desde el “punto de encuentro” (primer contacto del agresor con la víctima) hasta la escena final o abandono del cadáver, pasando por las escenas primaria, secundaria, intermedia y terciaria. Cada “escena” es única, distinta, individual y personalizada, así como “la firma” del asesino. Para terminar, Paz Velasco distinguió entre “asesinos organizados” (no quiere que le descubran para seguir matando) y “desorganizados” (más chapuceros) y citó casos de diferentes asesinos en serie de ambos sexos. ¡Escalofriante y perturbador, aunque real y muy interesante!

Los dos Talleres de la X edición de Pamplona Negra superaron con nota las expectativas de los asistentes, pero hubo mucho más para contar en Pamplona Negra 2024. Hablaremos de ello en nuestra próxima crónica. ¡No os la perdáis!

Entradas relacionadas

Deja tu comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.